Contrabando, tráfico de personas, tráfico de drogas, negocios ilegales… Existen muchas más mafias que las que salen en El Padrino.
1. Mafia albanesa.
Esta mafia es el este de Europa y sus actividades están centradas en el tráfico de drogas y mujeres. Surgió con la guerra de Los Balcanes.
2. Mafia turca.
Muy poderosa ya que controla la ruta dorada del opio entre Turquía y Afganistán. Trafica con el 80% de la heroína que se consume en Europa además con el tráfico de personas, drogas y órganos.
3. Mafia rusa.
No fue hasta la caída de la unión soviética que crecieron exponencialmente. Sus miembros se caracterizan por llevar grandes tatuajes con motivo religioso.
4. Las Triadas.
Es una de las mafias más organizadas del mundo, fue fundada en el siglo XVII y entre sus servicios se encuentran robos, asesinatos por encargo, tráfico de personas, robos, clínicas clandestinas…
5. Cártel del Pacífico.
Están establecidos en México y desde allí controlan el narcotráfico de toda América, al estilo del ejército con grandes armamentos.
6. ‘Ndrangheta o mafia Calabresa.
Opera al sur de Italia y se ha convertido en la más poderosa del país desde 1990, con ingresos que superan los 30 mil millones de dólares en actividades ilegales y también legales donde lavan el dinero.
7. Sacra Corona Unita.
Situada en el tacón de la bota de Italia, tiene todo un protocolo para su funcionamiento interno, incluye un bautismo para sus nuevos miembros muy parecido a la de los catolicos.
8. Cosa Nostra.
Todos la conocemos gracias a la trilogía de El Padrino que nos enseñó que vienen de Sicilia, que son muy peligrosos y que se organizan por familias. También la convirtió en la mafia más conocida del mundo.
9. Yakuza.
Poseen más de 90 mil miembros en Japón, se caracterizan por extorsiones a políticos y empresarios. Su organización se basa en el código de honor samurai. Sus característicos tatuajes indican el rango dentro de la organización.
10. Camorra o mafia napolitana.
Son conocidos por controlar las basuras, vender droga, extorsionar a los políticos y vender protección a las tiendas de la ciudad, además de tener amenazados de muerte a más de una veintena de periodistas que publicaron noticias sobre sus actividades.